EL CASCO HISTORICO DE LA GUAYRA... DE PRIMERA MANO

Por: Arturo Rivero en su Blog http://objetosperdidos.spaces.live.com/

Tratar de escribirles sobre la guaira, específicamente sobre el casco histórico, me es difícil. Al encontrarme con mi amigo Derbys Lopez (Fundhea) antes de iniciar el recorrido, jamás me imagine que, más que una cita con la historia, este seria un encuentro con la gente de la Guaira.

Contando Anécdotas

Esta de más decir que la comunidad fundada en 1589 por Diego de Osorio aun lucha por recuperarse de la tragedia de 1999. Más difícil que luchar con la reconstrucción, es pelear contra la indolencia y el olvido. Sin embargo, muy en el fondo, sus pobladores aun conservan su naturaleza luchadora y paciente.

Si lugar a dudas, la gente de la guaira tiene en sus manos el hacer que el casco histórico renazca de los escombros, por encima de cualquier ayuda gubernamental, privada o internacional; Los consejos comunales, las asociaciones de vecinos y las cooperativas tienen en sus manos el potencial para recuperar el casco histórico y convertirlo en un atractivo turístico, y convertirlo en una fuente de ingreso para su comunidad. Es obvio que para recuperar gran parte de las edificaciones, se necesitaran recursos y estudios serios de restauración, mas, sin embargo, estoy seguro que muchas manos estarán dispuestas a ayudar.
Aunque muchas edificaciones están técnicamente perdidas por el paso del tiempo, la decidía y el urbanismo, otras pueden ser recuperadas. La calle bolívar con sus amplios caserones, los fortines y las iglesias guardan historias que deben ser contadas.
Una de las cosas que más me sorprendió en nuestro recorrido fue la calidez y amabilidad de la gente. Desconfiados en un principio (están cansados de promesas y campañas electorales) nos abrían la puerta de su casa, su negocio…. Complementaban nuestras historias y la enriquecían aun más.

Bajando de El Guamacho

Recorrimos calles cuyo trazado data de mas de 400 años, nos imaginamos la muralla que bordeaba la guaira y sus puertas amuralladas, cerramos los ojos, y retrocedimos a los años treinta y caminamos por la lujuriosa calle “Muchinga”.. Vimos parte de los rieles del antiguo tren, usados para reforzar las paredes de algunas casas…

Observamos el puerto de la guaira, - en toda su extensión- desde el fortín del vigía, en donde alguna vez, estuvo ubicado el cañón “burro negro” quien con su poderío, anunciaba con una salva la llegada del nuevo año, y que hizo nacer la costumbre del famoso “cañonazo” de fin de año…
Nos imaginamos el olor a especias y café en la calle “el comercio” con sus tiendas llenas de sedas de vivos colores y enigmáticas mercancías..

De este recorrido, gracias a Derbys, me lleve mucho. Admiro su amor a su comunidad y el gran esfuerzo que ha hecho en documentar todo lo que ha podido sobre la historia de la guaira… Tengo que fe que sus pobladores descubrirán que su propia riqueza es su iniciativa, que la manera de lograr sus metas es organizándose y trabajar coordinadamente para salvar su patrimonio, sin esperar que otros lo hagan.