Para reconciliarse con la sucursal del cielo

Iniciativas permiten que el caraqueño conozca su ciudad

Desde hace algunos años han surgido iniciativas para recorrer Caracas. Tratan de devolver la capacidad de asombro a quienes transitan la ciudad cotidianamente.

Dulce Katz. 23 octubre 2013

El agitado día de una persona en Caracas no deja muchos espacios para detenerse a contemplar. La relación que tienen los caraqueños con su ciudad ha sido definida muchas veces como una relación de amor-odio; el tráfico, la suciedad y la delincuencia, ha generado que algunos se desencanten. Sumidos en sus labores diarias transitan por ésta sin detenerse. Y es que ser caraqueño no garantiza conocer la urbe, en sus 433 kilómetros cuadrados guarda secretos por descubrir. Motivados por esto entes públicos, privados e independientes han desarrollado actividades para dar a conocer la otra cara de la capital.

Desde hace algunos años se ha buscado la manera de ofrecer otra perspectiva de la ciudad, nuevas formas de verla y vivirla, apoyándose en la rica historia cultural y patrimonial que se esconde en el concreto. Caracas tiene 466 años de haber sido fundada, tiempo en el que ha acumulado mucha historia que ofrecer. Los entes públicos han dado el ejemplo con propuestas de restauración del patrimonio y promoción de los espacios públicos. Han realizado actividades que invitan a caminar sin temor los lugares emblemáticos; como la propuesta de la Alcaldía de Caracas: La ruta nocturna. También la alcaldía de Chacao promueve los arquitours y paseos gastronómicos por el municipio.

Asimismo hace seis años se creó la Fundación Historia, Ecoturismo y Ambiente (FUNDHEA), organización que es considerada pionera en mostrar nuevas formas de recorrer la ciudad y sus cercanías. Derbys López y Arturo Rivero son los responsables de este proyecto. Luego de haber trabajo como rescatistas en la vertiente norte del Ávila comenzaron a indagar las anécdotas detrás de las ruinas que allí se encontraban. Hasta ahora han desarrollado más de 8 rutas eco patrimoniales, como La Guayra Ecopatrimonial, Paseo al Calvario: El ego de dos presidentes, Picacho de Galipán: el camino del pirata, y la de los Fortines del Ávila.

En estas se relatan la tradición oral de la comunidad y los datos históricos en el lugar en que ocurrieron los hechos y a su vez promueven el senderismo y la ecología. También retribuyen a la comunidad fomentando el valor turístico. “La idea es enseñar la historia a través del turismo y el senderismo. Buscando que la inversión quede en la comunidad”, comenta Derbys López director de la fundación y guía de las rutas. Otro de los logros de FUNDHEA ha sido el rescate del sentimiento de pertenencia y de patrimonio. “Las personas comienzan no solo a disfrutar del patrimonio si no también a cuidarlo”, afirma Arturo Rivero, co-fundador.

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